El Parque de las Rieras de Horta de Barcelona es un parque lineal de unas 4 hectáreas, inaugurado en el verano del 2013, y que este año ha resultado ganador del XXI Premio Alhambra durante el Congreso de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos, gracias a su innovación en materia de diseño y sostenibilidad.
Situado en la avenida del Estatuto de Cataluña, entre la Plaza Botticelli y la Plaza del Estatuto, su construcción permitió conectar dos barrios que hasta ahora quedaban separados por la infraestructura viaria.
De su ubicación deriva también su nombre, ya que esta era una zona por la que pasaban numerosos torrentes que bajaban de la sierra de Collserola y que más abajo formaban la antigua rambla de Horta. Además, la proximidad con el Parque Natural de Collserola convierte este lugar en un conector de biodiversidad entre la sierra y las zonas verdes de la ciudad.
Este gran espacio verde se ha construido encima de un nuevo depósito de regulación de aguas pluviales, junto con otros equipamientos también enterrados. La presencia de este depósito de laminación posibilita el aprovechamiento de las aguas pluviales y freáticas para otros usos, como el riego de la vegetación y el abastecimiento de los juegos de agua situados en la parte inferior del parque.
Aunque se trate de un parque sobre una cubierta construida, gracias al trabajo de diseño, se ha podido crear un perfil de tierras suficiente para plantar tanto especies herbáceas y arbustivas como especies arbóreas, que permiten obtener la densidad y complejidad vegetal necesaria para actuar como conector ecológico.
El camino accesible que recorre longitudinalmente el parque, dispone a sus lados la vegetación, los servicios y los equipamientos, que se adaptan en función de la topografía y de la gran infraestructura subterránea.
La distribución de la masa arbórea se organiza para crear zonas de sombra en verano y soleadas durante el invierno en las estancias situadas en la parte central del parque. Los taludes de la vertiente inferior están formados por agrupaciones de árboles y arbustos de hoja persistente, que evocan la flora natural del Parque de Collserola. Mientras que en los parterres superiores, próximos a la avenida del Estatuto, las alineaciones de árboles son de hoja caduca, acompañados por masas de plantas vivaces y perennes.
El conjunto crea un recorrido botánico que incluye más de una veintena de especies arbóreas y diferentes arbustos y vivaces mediterráneos adaptados a las condiciones climáticas y a los entornos urbanos. Y que se caracterizan por su resistencia a las altas temperaturas, sus escasas necesidades hídricas y su bajo mantenimiento. Muchas de estas especies han sido producidas por Sala Graupera, y entre otras muchas con estas características las podemos encontrar en el nuevo catálogo. Entre estas plantas presentes en el parque destacamos en este post el Cistus x pulverulentus, la Tulbaghia violacea, la Pachysandra terminalis y el Panicum virgatum, que crean una cubierta continua bajo el arbolado y tapizan algunos de los taludes o el Ficus pumila que trepa por las paredes de los accesos a los equipamientos enterrados.