En este post hablaremos de un arbusto muy versátil que se encuentra en el catálogo de Sala Graupera. Se trata de un arbusto compacto del genero Westringia, la Westringia fruticosa. De esta especie provienen todas las otras variedades de Westringia disponibles, hoy día, en el mercado.

Es un arbusto persistente de la familia de las Lamiaceae procedente del este de Australia.

Puede llegar a medir 120/150 centímetros de ancho por 100/120 de alto. Es, sin duda, un arbusto muy adecuado para la formación de bolas densas o bien borduras compactas gracias a la poda.

Sus hojas son de haz verde oscuro y envés verde plateado, verticiladas y lanceoladas, con entrenudos cortos.

La floración, es típica de la familia de las Lamiaceae. Se produce principalmente entre enero y diciembre, es decir, tendremos floraciones durante todo el año, si bien se ve incrementada a finales de invierno. La flor, de color blanco, labiada, tiene el pétalo superior dividido en dos lóbulos.

 

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Imagen de Westringia fruticosa ; Fuente: © Guillem Morral

 

Es una especie perteneciente a la zona climática de resistencia número 8, con un rango de temperatura media mínima anual de -12,2 / -6,7C, mostrándose resistente a heladas fuertes.

Westringia fruticosa ha demostrado ser una especie muy tolerante a la sequia. Sólo requiere riego de soporte durante las 8 – 10 semanas posteriores a la plantación, una vez bien enraizada no requiere ningún riego (exceptuando las plantadas en maceta). Es interesante cubrir el suelo con alguna especie de mulch para retener la humedad del suelo y evitar la aparición de hierbas no deseadas que puedan competir con ella. Des de Sala Graupera recomendamos su plantación en otoño, de este modo llegaremos al primer verano con garantías de poder superarlo con éxito, ya que durante el otoño, el invierno y la primavera, la planta habrá desarrollado un sistema radicular ya muy importante. Si no es posible hacer la plantación durante el otoño, hay que evitar siempre plantarla durante los meses de verano, que es cuando las plantas tienen estreses hídricos fuertes.

Su ubicación puede ser tanto a pleno sol como en sombra moderada, adecuada en jardines sostenibles y/o en jardines del litoral, ya que también se muestra resistente a la salinidad y a la brisa marina. Se desarrolla bien tanto en suelos arenosos como en suelos arcillosos y pesados, siempre que estos tengan un buen drenaje.

 

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Imagen de Westringia fruticosa ; Fuente: © Guillem Morral

 

Tenemos la opción de no podar el arbusto, pero si deseamos dar forma, la poda se puede realizar de una a tres veces al año, siempre después de la floración.

Es ideal para plantaciones difíciles en márgenes de carreteras, vegetado de taludes o plantaciones en masa para cubrir el suelo en grandes superficies o áreas de recreo.

La densidad de plantación recomendada es de 2 a 3 plantas por metro cuadrado, o de 2 a 3 por metro lineal si se busca conseguir una bordura.

Es sin duda una planta que recomendamos utilizar en vuestros jardines y terrazas sostenibles ya que os aseguramos resultados estéticos óptimos.