Empezamos este nuevo año con un post sobre una planta muy interesante en jardinería sostenible, la Globularia alypum, ya que es una especie que vegeta bien sobre terrenos pobres y sus necesidades hídricas y de mantenimiento son muy bajas.

La Globularia alypum pertenece a la familia de las Plantaginaceae. Es una planta originaria de la cuenca mediterránea, que vegeta sobre terrenos secos y áridos como acantilados, matorrales y pinares sobre calizas o margas, entre los 0 y 900m sobre el nivel del mar.

El origen del nombre en latín “Globularia” hace referencia a la forma amplia y globosa de las inflorescencias, mientras que “alypum” significa inofensivo. Siendo una planta muy extendida en los matorrales, tiene muchos nombres comunes entre los cuales destacan “cebollada” o “coronilla de fraile” en castellano y “foixarda” en catalán.

 

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Es una mata perenne, compacta y muy ramificada que alcanza los 50cm de alto y los 30cm de ancho. Sus hojas lanceoladas son pequeñas y coriáceas. Las pequeñas flores de color azul intenso se agrupan en inflorescencias globosas, que florecen desde enero hasta mayo.

La Globularia es una planta muy rústica, soporta temperaturas de hasta -12 °C y es muy resistente a la salinidad y a la brisa marina. Prefiere vegetar a pleno sol sobre terrenos calizos y bien drenados, aunque en el medio natural también se puede encontrar sobre suelos arcillosos. Es muy tolerante a la falta de agua y no requiere riegos abundantes.

Es una especie muy utilizada en restauraciones ambientales. En jardinería hay que tener en cuenta las condiciones en las que se implanta, ya que es una planta de muy bajos requerimientos, por esto es mejor combinarla con otras arbustivas o herbáceas con bajos requerimientos edáficos e hídricos y preparar el suelo y gestionar el riego en consecuencia.

A nivel de mantenimiento, no requiere casi actuaciones, aunque se puede pinzar una vez al año para mantener la mata más compacta.

 Resulta adecuada para crear bordes perennes en jardines costeros, decorar muros de piedra seca expuestos a los vientos dominantes y formar parte de composiciones de flor en rocallas. También se puede cultivar en maceta.

Además de su rusticidad y bajo mantenimiento, una de las características interesantes de la Globularia es su época de floración, que abarca todo el invierno, época en la que muchas otras especies de estas características no están en flor.

 

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En Sala Graupera se produce también la Globularia cordifolia, especie de requerimientos similares pero de comportamiento tapizante y floración primaveral.

 
 

Imágenes: Thomas Ribière / David Gaya / lionel.ribet.free.fr