Regresamos después del descanso estival y en este regreso, también a la ciudad, dando un paseo nos encontramos, en pleno centro, con algunas plantas conocidas que destacan sobre el resto porque a esta época de final de verano aún se encuentran en plena floración. Por esto queremos retomar el blog después de la pausa veraniega con estas plantas que bien son de floración tardía o bien que siguen en flor hasta el inicio del otoño.
Y una de ellas es el Leonotis leonorus, que es una planta herbácea, perenne, originaria de Sudáfrica, donde es usada en medicina tradicional y fue introducida en Europa a principios del siglo XVIII con fines ornamentales.
El origen de su nombre hace referencia a la morfología y al color anaranjados de los pétalos que supuestamente se parecen a las orejas del león, hecho del cual también proviene su nombre común, ya que es conocida como cola u oreja de león.
El Leonotis es un arbusto de porte compacto formado por numerosos tallos de sección cuadrada en los que se disponen las hojas lanceoladas y alternas, que resultan fragrantes cuando se frotan. Es una planta de crecimiento rápido y en pleno desarrollo alcanza unos 120cm de alto y unos 90cm de ancho.
La floración se inicia a principios de verano y dura hasta el inicio del otoño. Las flores son tubulares y pilosas, de color naranja brillante y se disponen en verticilos escalonados que rodean los tallos.
Prefiere estar ubicada a pleno sol, es muy resistente a la falta de agua y crece bien en zonas de clima cálido y seco, aunque también se puede cultivar en zonas de clima templado con suelos ligeramente húmedos. No es una especie particularmente exigente en cuanto al tipo de suelo, pero prefiere los suelos de textura media, bien drenados y ricos en materia orgánica.
Es sensible a las heladas, tolerando sólo heladas de poca intensidad, de hasta -5ºC. En zonas con inviernos más estrictos, se puede cultivar como planta anual o en maceta. No presenta importantes problemas de plagas o enfermedades, aunque conviene vigilar la presencia de mosca blanca y araña roja.
A nivel de mantenimiento es una planta fácil de cultivar, sólo requiere una poda intensa al inicio de primavera para que brote vigorosa y la limpieza periódica de ramas viejas o secas. Puede estar sin riego hasta que el suelo esté completamente seco pero prefiere un cierto grado de humedad regular para lucir en todo su esplendor.
Es una especie adecuada para bordes, como acento o para crear setos bajos con flor en parques y jardines secos, medicinales o educativos. Sus flores resultan atractivas para mariposas, abejas y algunos pájaros, ya que producen abundante néctar.
Se adapta bien al cultivo en maceta y sus tallos florales se pueden utilizar como flor cortada.
En Sala Graupera también podemos encontrar otro cultivar de Leonotis de características muy similares y de flor blanca el L. leonorus “Harrismith White”
Imagenes: propia / www.imageria.com / redwoodbarn.com