La Banksia ericifolia y la Banksia integrifolia, son dos de las cinco especies del género Banksia presentes en el nuevo catálogo de Sala Graupera y se caracterizan por su floración de vivos colores que tiene lugar en esta época invernal.
Estos arbustos que forma natural habitan en la costa sudeste de Australia, pertenecen a la familia de las Proteaceae, y resultan unas plantas fundamentales en los matorrales del país, ya que las flores producen grandes cantidades de néctar que atraen a muchos pájaros y pequeños mamíferos que se alimentan de ellas. Y son, también, unas de las plantas de jardín más populares del país por sus singulares flores y conos de fructificación.
El nombre de este género se debe al botánico y naturalista Inglés Sir Joseph Banks, que recogió los primeros ejemplares de banksia en 1770, durante la primera expedición de James Cook a Australia.
La B. ericifolia y la B. integrifolia tienen un porte compacto y alcanzan una altura de 300-400 cm y 100-150 cm de ancho. Las cabezas florales se componen de cientos de diminutas flores individuales agrupadas en pares. El color de las mismas por lo general oscila entre el amarillo y el rojo. Mientras que los frutos (llamados folículos) son duros y leñosos y forman agrupaciones cónicas. Los frutos protegen las semillas de los animales y del fuego, de hecho en muchas especies los frutos no se abrirán hasta que se quemen o estén completamente secos.
La Banksia ericifolia, es la más colorida de las especies orientales con sus flores de color rojizo-anaranjado en contraste con las pequeñas hojas, de color verde claro algo grisáceo. Las inflorescencias cilíndricas son bastante grandes teniendo 4-6 cm de ancho y hasta 30 cm de largo. Las flores se abren desde la parte superior hacia abajo. La floración se produce durante un período prolongado que empieza en noviembre y continúa hasta principios de marzo.
La Banksia integrifolia o banksia costera es una de las especies más rústicas, tiene las hojas verdes oscuras con la parte inferior de color plateado y su período de floración es muy similar al de la anterior.
El cultivo de ambas especies es bastante adaptable, aunque crecen mejor en suelos bien drenados y en un lugar soleado. Y toleran heladas moderadas de hasta -5ºC.
Estas Banksia de la costa oriental no presentan tendencia a sufrir plagas o enfermedades, y resultan más resistentes a la podredumbre de la raíz que las especies nativas de la parte occidental de Australia. Pero aún así, por lo general, estos arbustos no crecen bien en zonas en las que se dan una alta humedad y precipitaciones durante la época estival.
La deficiencia de hierro sin embargo, es común en la B. ericifolia cuando se planta en suelos con un pH alto o cuando crece cerca de los cimientos de los edificios. Por lo tanto, conviene plantarla en suelos ácidos o, alternativamente, la aplicación de correctores de pH. También es importante evitar los abonos con un alto contenido en fósforo.
Las banksias son unas plantas ornamentales muy interesantes para entornos costeros y la jardinería de bajo mantenimiento gracias a su resistencia a la salinidad, a la brisa marina, su tolerancia a la falta de agua y las pocas labores de mantenimiento que requieren.
Una banksia por si sola puede ser un ejemplar sorprendente y funcionar como punto focal en el jardín. Mientras que una o más especies pueden ser utilizadas para una cobertura informal, como pantalla o agrupadas, creando con sus diferentes follajes un efecto muy interesante. Funcionan bien acompañadas por otras plantas del género Callistemon y Melaleuca, así como por otras especies nativas de Australia, que también se encuentran en el catálogo de Sala Graupera.