El Parque Madrid Río, con sus 43 kilómetros de itinerarios, se ha convertido en el enclave lúdico y cultural de referencia de la ciudad, tanto por los monumentos históricos como por las instalaciones de ocio y culturales que alberga. Desde 2010 con el “Golden Swing Award” no ha parado de recibir premios, el último fue otorgado en Estados Unidos hace un mes, el 12th Veronica Rudge Green Prize in Urban Design - Harvard GSD.
El masterplan para la recuperación y puesta en valor de la ribera del río Manzanares y la creación de una nueva área urbana, fue encargado por el Ayuntamiento al estudio de paisajismo holandés West 8 y a la asociación de estudios españoles MRIO Arquitectos. Es el mayor proyecto de regeneración urbana llevado a cabo en la ciudad para dar respuesta al enorme espacio olvidado entre carreteras, calles y edificaciones que se había formado en las décadas de fuerte urbanización a lo largo del río.
El parque lineal, construido entre los años 2006 y 2011, ocupa una superficie de 120 hectáreas que quedó liberada por el soterramiento de seis kilómetros del arco oeste de la autopista M-30. La propuesta se basa en el uso de la vegetación como principal elemento de diseño. El proyecto establece como estrategias generales: implantar una nueva piel verde entre el río y la ciudad, crear nuevos espacios públicos y construir puentes peatonales para crear zonas de encuentro y unir las diferentes partes de la ciudad a ambos lados del Manzanares.
La propuesta se concreta en tres unidades o zonas principales, que agrupan los diferentes jardines temáticos que forman el parque:
Primero, el Salón de Pinos, o corredor verde, que discurre por el margen derecho del río. Se encuentra casi en su totalidad en la parte superior del túnel de la autopista, tiene un ancho medio de 30 metros y cuenta con más de 8.000 pinos. Es esta infraestructura verde la que permite dar continuidad a los recorridos y genera la prolongación imaginaria de los pinares de la sierra Norte de Madrid hasta llegar a los distintos tipos de jardines en la ribera.
Después, la Huerta de la Partida, el antiguo Palacio Real, es ahora una interpretación moderna de la huerta real original con una gran variedad de árboles frutales formando agrupaciones.
Por último, la ancha franja sobre la ribera izquierda donde se sitúa el conjunto del Parque de la Arganzuela que incluye el Centro de Creación de Arte Contemporáneo del Matadero, y que representa la mayor superficie de espacio verde unitario de la propuesta. El motivo dominante en esta zona es el agua. El río Manzanares en este tramo está canalizado y en el parque aparecen numerosos arroyos que se cruzan y unen a través de las nuevas topografías generadas. Aquí el espacio se plantea como una gran arboleda que contiene varios paisajes. De este modo el parque es concebido como un fragmento de la cuenca del río e incorpora tres áreas botánicas: bosque mediterráneo, bosque atlántico y bosque de ribera.
Entre los diversos equipamientos con los que cuenta el parque destacan: un carril bici de 30 kilómetros, un campo de fútbol, dos pistas de patinaje y varias áreas de juegos infantiles. Así, hoy en día, Madrid Rio se ha convertido en uno de los parques más populares de la cuidad y un lugar de paseo imprescindible tanto para los habitantes como para los visitantes de la ciudad.
Imágenes: Propias