Plantas para una jardinería sostenible (I)

En una obra que acabamos de terminar, se han plantado muchas de las especies producidas en el Vivero, entre las numerosas plantas aquí utilizadas y sobre las que os iremos comentado en próximos posts, en esta ocasión, queremos destacar la Libertia peregrinans, que aún siendo una especie relativamente poco conocida, es cada vez más habitual y la empezamos a encontrar a menudo tanto en jardinería pública como privada.

La Libertia peregrinans es una planta herbácea rizomatosa que a pesar de su aspecto de gramínea, pertenece a la familia Iradiaceae. Su nombre se debe a la botánica belga Anne-Marie Libert y “peregrinans” a su comportamiento “errante” en su hátitat natural, como se refleja en alguno de sus nombres comunes. Esta planta que en nuestro país no dispone de un nombre común específico, en los países anglosajones es conocida como “Orange Libertia “ o “Wandering Chilean Iris” (Iris errante chileno), aunque realmente esta planta es originaria de Nueva Zelanda.

Es una mata de hoja perenne, de porte compacto y de pequeño tamaño, que llega a alcanzar unos 50cm tanto de alto como de ancho. Su característica principal radica en el color de sus hojas, que varían de cromatismo en función de la época del año. Pasando de tonos verdes y granatosos más apagados en la época cálida y de crecimiento, a unos tonos amarillos y anaranjados muy luminosos que se dan en las estaciones más frías del año. El cromatismo de las hojas también depende de la exposición, ya que aunque es una planta que tolera la media sombra, la exposición a pleno sol potencia los colores cobrizos más intensos. Esta característica, a pesar de su aspecto algo áspero y rígido, le aporta una gran variabilidad a lo largo del año y proporcionará color en los meses del año en los que menos abundan los colores llamativos y luminosos en los jardines.

La floración se produce desde principios de primavera hasta el inicio del verano. Sus flores de color blanco y de pequeño tamaño emergen de la mata en unos cortos tallos formando una panícula.

Es una especie que no presenta tendencia a padecer plagas ni enfermedades. Resiste inviernos moderadamente fríos, soportando temperaturas de hasta -9ºC, aunque también se le puede aplicar un mantillo seco para protegerla de las bajas temperaturas durante la época invernal. Le gusta vegetar en suelos ricos en materia orgánica, moderadamente fértiles y bien drenados aunque es tolerante a otro tipo de sustratos.

A nivel de mantenimiento, requiere muy pocos cuidados, así como tampoco es exigente en riego, siendo muy tolerante a la falta de agua. Para mantener la Libertia en buenas condiciones no son necesarias demasiadas acciones, se deben cortar los tallos florales una vez ha acabado la floración, y a finales de invierno se pueden ordenar y estructurar la planta en función de las necesidades.

Es una planta que se puede utilizar como acento entre plantaciones, en masa haciendo de límite o bordura de parterres y también admite muy bien el cultivo en maceta.

Además de la Libertia peregrinans, en Sala Graupera también se pueden encontrar otras variedades de Libertia como: L. peregrinans “Gold Leaf” y la Libertia ixioides, todas de características muy similares pero con diferentes matices en la tonalidad e intensidad del color de las hojas.