El pasado viernes tuvo lugar en el Instituto Botánico de Barcelona la conferencia, organizada por la APEVC, del diseñador de jardines inglés Richard Miers, en la que mostró parte de sus jardines y explicó algunas de sus estrategias de composición, ante una gran cantidad de público.
Durante su larga carrera, de casi 18 años, Miers ha diseñado alrededor de 60 jardines privados de alto standing, mayoritariamente en Inglaterra, de los cuales al menos 30 han sido ejecutados. También ha realizado varios jardines efímeros reconocidos internacionalmente, debido a su relevancia en el paisajismo contemporáneo, en eventos como el House and Garden Fair de 2007 en Reino Unido o el Gardening World Cup de 2012 en Japón.
Richard Miers autodefine su estilo como más cercano al de un pintor que al de un poeta. Sus diseños buscan la armonía con la arquitectura de las mansiones clásicas de sus clientes, trabajando a partir de las sensaciones, los colores y las simetrías.
En la base de la composición de sus diseños existen elementos clásicos como los setos de boj, los árboles formados en topiaria y los parterres geométricos donde dominan los colores tenues. Sin embargo el simbolismo de los trazos no intenta crear nuevas alegorías, simplemente, según él explica, están dentro de su mente y se conforman de manera diferente en cada nuevo espacio.
Las alineaciones y las perspectivas son fundamentales en sus diseños, porque sus jardines nacen con dos funciones: la de ser admirados desde el interior de la vivienda y que al ser recorridos se generen puntos de vista relevantes. Además, otro aspecto importante es la intimidad que sus jardines aseguran, gracias al uso de setos que crean pequeñas estancias exteriores y de bosquetes elevados que hacen de telón de fondo. Las fuentes, los estanques y las esculturas son elementos recurrentes pero no predominantes.
En todo el proceso de concepción recurre a las herramientas tridimensionales informáticas para concebir el jardín y eso le facilita el trabajo a distancia con el cliente y con los contratistas, en muchas fases del proyecto. Casi todos los elementos están diseñados por él, desde las macetas y las gradas, hasta las fuentes y las vallas. Para sus clientes es muy importante que todo sea único y esté en armonía con el resto del jardín.
El plano de plantación es el único documento que todavía dibuja a mano. Elige las especies de una paleta de alrededor de 200 plantas, entre las cuales hay muchas de color violeta. Descarta los colores vivos como el amarillo o el rojo, ya que considera que no entonan con el espíritu de sus diseños.
La selección y marcaje de las especies y la verificación de sus condiciones fitosanitarias son fundamentales para él, ya que afirma que lo primero para lograr un buen resultado es obtener plantas sanas y de calidad.
Para el mantenimiento, si el cliente no dispone de jardineros en plantilla para la conservación del jardín, él suele aconsejarles alguno de sus equipos de confianza y entrega un documento con las pautas a seguir para la correcta conservación de sus diseños. A lo largo del año intenta volver a visitar la mayoría de sus jardines para ver el desarrollo vegetal y mantener una relación directa con la evolución de sus creaciones.
Imágenes: richardmiers.com