Llegan las fiestas navideñas y buscando una atmósfera apropiada para estas fechas vamos hacia el norte, a Escocia, para conocer el Real Jardín Botánico de Edimburgo.

El Botánico de Edimburgo, segundo en antigüedad sólo superado por el Jardín Botánico de Oxford, fue fundado en 1670 en el patio de la iglesia de Santa Ana, gracias a la donación de la colección privada de Sir Patrick Murray.

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Hoy en día esta Institución ocupa cuatro emplazamientos en la región escocesa con una colección de más de 13.000 variedades de plantas y 3 millones de especies preservadas en su herbario, casi un 4% de las plantas conocidas. Sus temas principales de investigación son la biodiversidad escocesa, el cambio climático y la conservación de especies.

En Edimburgo un 25% de la colección de plantas proviene de las regiones tropicales y está situada en los impresionantes  invernaderos del Jardín. Entre ellos destacan la Palm House, de estilo victoriano, construido en 1858 con casi 22 m de altura y el singular Front Page construido en la segunda mitad del siglo XX que tiene casi 170 metros de longitud.

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 En la actualidad el Botánico ocupa una superficie de 28 hectáreas. La mayoría del jardín está diseñado según en el estilo clásico del paisajismo inglés, con juegos de agua que simulan ríos y cataratas, caminos sinuosos, muchos árboles de gran tamaño con porte libre y una colección de plantas asiáticas acompañada por puentes y pagodas.

En 2009 el proyecto de reforma, de los arquitectos Cullinan Studio y de los paisajistas Gross Max, para la entrada Este del parque, llamada John Hope Gateway, trajo el lenguaje contemporáneo al Jardín. El proyecto consistió en un pequeño edificio de madera y vidrio para el museo del Jardín, diseñado con ambiciosos criterios de sostenibilidad, y un espacio exterior donde se puede admirar la colección de plantas acuáticas dispuestas en terrazas de agua caracterizadas por sus formas rectilíneas con ángulos variables.

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 Otro aspecto interesante del jardín botánico es que tiene las características propias de un parque público. La entrada es libre, su emplazamiento está dentro del tejido urbano de la ciudad, la funcionalidad de la división del espacio y su amplio programa de actividades, hacen que sea un destino habitual de paseo para los habitantes de la capital escocesa.

También destacamos para los apasionados de la fotografía de plantas el Catalogue of the Living Collections, un recurso digital de imágenes de alta calidad a disposición del público con la mayoría de las plantas de la colección botánica.

En próximos posts detallaremos algunas de las especies que se cultiva en el Vivero y que en este jardín escocés destacan en las elegantes composiciones de plantas de estilo inglés.

 

Imágenes: Margherita Galante