Muchas veces, por no decir casi siempre, cuando paseamos por los paisajes mediterráneos encontramos plantas del genero Cistus, de la familia de las Cistaceae. Se trata muchas veces de especies pioneras en la recuperación de suelos degradados, especialmente tras los incendios forestales. De hecho su expansión se ve favorecida por ellos, ya que sus semillas se abren y germinan antes, ayudadas por el calor del fuego.

En Sala Graupera, disponemos de una gran variedad de Cistus, todos ellos híbridos (es decir que proceden del cruce de dos especies distintas) esta característica viene marcada por una x. A continuación, y durante los siguientes posts, veremos un poco más detalladamente las principales características de cada uno de ellos.

Cistus x florentinus es híbrido entre Cistus monspeliensis x Cistus salviifolius. Es una mata perenne, densa y de porte bajo, ya que sólo llega a los 30/40 centímetros de alto por 60/80 de ancho. Sus hojas, de color verde oscuro, son lanceoladas, es decir, largas y más anchas en la zona central. Contrastan muy bien con el color blanco de sus flores. Las flores son pequeñas y abundantes, con cinco pétalos que caen fácilmente de la flor si son golpeadas, y sus numerosos estambres producen gran cantidad de polen, que atrae a muchos insectos, como las abejas. Esta floración de color blanco se produce a principio de primavera, durante los meses de marzo a mayo.

 

cistus x florentinus

Imagen de Cistus x florentinus ; Fuente: www.vivaipriola.it

 

Es una especie con unas necesidades hídricas muy bajas, requiere ser plantada a pleno sol, de este modo obtendremos una abundante floración, tolera también una ligera sombra, pero entonces la floración será escasa.

En cuanto a sus requerimientos edáficos, crece bien tanto en suelo calizo como silíceo, siempre y cuando este terreno tenga un buen drenaje. Respecto al pH, crece bien en suelos alcalinos o básicos. Hemos de considerar que se trata de una especie resistente a la salinidad y a la brisa marina.

Es una especie, al igual que la explicada a continuación, Cistus x pulverulentus, perteneciente a la zona climática de resistencia número 8, con un rango de temperatura media mínima anual de -12,2 / -6,7C, mostrándose resistente a fuertes heladas en nuestras latitudes.

Cistus x florentinus tolera las podas, mientras éstas no sean muy drásticas. Se recomienda su poda a finales de primavera, cuando se termina la floración, de este modo mantendremos la planta compacta y vigorosa.

En definitiva, se trata de una especie muy interesante para ser utilizada en jardinería sostenible, debido a su abundante floración. Es recomendable una densidad de plantación de una a dos plantas por metro cuadrado.

Cistus x pulverulentus es híbrido entre Cistus albidus x Cistus crispus. Es una planta perenne de porte bajo, llegando al medio metro de alto por un metro de ancho en ejemplares adultos.

Sus hojas son de un color verde grisáceo debido al recubrimiento tomentoso que tienen, y contrastan muy bien con el color rosa intenso de su floración. Las flores son de un tamaño considerable. Floración muy prolongada dentro de los cistus ya que puede ir de abril a junio en nuestra zona.

 

cistus x pulverulentus

Imagen de Cistus x pulverulentus ; Fuente: www.plantlust.com

 

Es una especie con unos requerimientos hídricos bajos, sólo requiere riego de soporte durante las 8 – 10 semanas posteriores a la plantación, una vez bien enraizada no requiere ningún riego. Es interesante cubrir el suelo con alguna especie de mulch para retener la humedad del suelo y evitar la aparición de hierbas no deseadas que puedan competir con ella. También requiere ser plantada a pleno sol, de este modo, obtendremos floraciones muy abundantes.

Es recomendable evitar las plantaciones en pleno verano, de este modo nos aseguraremos el éxito en nuestra plantación.

Es una planta indiferente al tipo de suelo y de pH, pero sí requiere terrenos bien drenados. Igual que Cistus x florentinus, se trata de una especie resistente a la salinidad y a la brisa marina.

Cistus x pulverulentus es muy resistente a la poda, es mejor no hacer podas muy drásticas, e intentar hacerlas una vez pasada la floración.

Se trata sin duda, de una especie muy adecuada para ser utilizada en jardinería sostenible. Ya que no requiere ningún aporte hídrico ni abonados químicos y no precisa de gran mantenimiento para gozar de su máximo esplendor.

Recomendamos utilizar una densidad de plantación de una o dos plantas por metro cuadrado.

Se trata sin duda de dos grandes arbustos que dan muy buenos resultados en los jardines y que os animamos a probar.